El reto de la transformación digital en el tercer sector. Parte 1: RETOS

Como sabrás, hace bien poco que se publicó la lista de fondos asignados definitivos para transformación digital en el tercer sector.

it-willbe.org estaba en la lista y fue una gran celebración para el equipo, pues nos permite acelerar en nuestro propio proceso de transformación digital y acompañar a otras organizaciones.

Como organización, emprendimos nuestro propio camino de transformación digital allá por 2016, cambiando la marca, incorporando aspectos relevantes de digitalización en nuestra hoja de ruta y dibujando una estrategia a largo plazo para enfocarnos en esa transformación cultural que tan convencidas estábamos de emprender.

En aquel momento no eran muchas las organizaciones del tercer sector que hablasen de este tema. Es más, nos llegó a pasar que íbamos demasiado por delante para algunas convocatorias o acciones con terceros.

Pero, todo este camino “en solitario” ha estado repleto de errores y aciertos, es decir, de numerosos aprendizajes que hemos ido compartiendo y que ahora hemos sistematizado para poder ponerlo a disposición de otras entidades.

Lo bueno de ser early adopters es que ese camino que ya llevamos a nuestras espaldas, se nota. Tenemos un ecosistema de impacto fuerte y con múltiples conexiones que podemos activar para trabajar en red. Por esto, nos sentimos con total seguridad de acompañar a otras organizaciones, pues conocemos de primera mano el proceso.

Nuestro mayor valor: soluciones desde el tercer sector, para el tercer sector.

Retos del tercer sector en la transformación digital

El nuestro es un sector complejo, que cubre necesidades esenciales de la población y que muchas veces se encuentra compitiendo por recursos en escenarios especialmente delicados.

Existen una serie de barreras que tenemos que superar como sector para poder avanzar.

Cambios y complejidades a los que se enfrenta el sector social

  • Problemas sistémicos: Los problemas que abordamos son sistémicos, existen y son parte de un sistema mayor, siendo ellos mismos su propio sistema. Requieren de nuevas fórmulas de organización, mayor colaboración, la aparición de liderazgos adaptativos e inteligencia colectiva.
  • Modelos de negocio vs. filantropía tradicional: existe una fina línea entre el tercer y cuarto sector. Necesitamos nuevos modelos, aunque trabajar con colectivos vulnerables y crear impacto positivo, a veces no pueden llevar detrás un modelo de negocio per sé, sino que debe alimentarse de filantropía más pura, dada la gran marginalización de algunos colectivos. Encontrar el equilibrio es vital.
  • Narrativas alejadas de las nuevas generaciones: Según el último estudio elaborado por Asociación Española de Fundraising en colaboración con Kantar la media de edad de donantes en España es de 49 años. Necesitamos pensar en cómo acercarnos a nuevas generaciones, pues ellos son el futuro de la filantropía y sin los jóvenes, por simple naturaleza, no conseguiremos avanzar.
  • Competitividad vs. colaboración: El sector social se ve en numerosas ocasiones compitiendo por los mismos recursos ¿Qué hace decidir al donante que X colectivo es más importante para dar su dinero que otro colectivo X? Incluso entre organizaciones que dirigen su acción a mismos colectivos, hay competición. Nuestro sector, no precisamente tiene holgura de recursos, así que tenemos que buscar hacer nuestra acción mucho más eficiente, dejar atrás los egos, el protagonismo y ser capaces de colocarnos en un lugar más allá de las barreras de una organización. Ergo, colaborar más. Si unimos fuerzas y trabajamos más en red, podemos lograr grandes cosas y ser más eficientes. Así es cómo una organización pequeña como it-willbe.org logra tanto impacto. Entra dentro de la búsqueda de nuevos modelos de trabajo y financiación.
  • Dinámicas de poder que no favorecen la estrategia en el largo plazo: Las dinámicas lineales donante > beneficiario, acaban por influenciar una serie de decisiones que tienen efecto en el corto plazo. Los retos a los que nos enfrentamos requieren de una consistencia en el tiempo, de avanzar con una visión clara. Esto se traduce a acciones que tienen su espacio gracias a estrategias pensadas para el largo plazo. De nuevo romper dinámicas obsoletas, que ya no tienen tanto efecto, es una constante. Para esto, debemos implementar nuevas culturas que permitan espacios de reflexión y dejan un claro espacio para la creatividad y la innovación.

Y hasta aquí las primeras ideas en torno a la transformación digital del tercer sector. Para la próxima entrega, hablaremos de las claves que vemos necesarias para que este proceso sea efectivo y tenga sentido real para la organización. Pero, para que no tengas que esperar… un pequeño avance de lo que sigue:

La transformación digital, no es un fin, sino un medio para un fin, es decir, una estrategia que ayude a cumplir la misión de la entidad de forma más eficiente. Para ello, debe ser concebida como una ruta a largo plazo, no simplemente como un nuevo proyecto. Por ejemplo, retomando la asignación de la subvención en transformación digital que comentábamos al principio, para el caso de it-willbe.org presentamos acciones que la organización iba a emprender sí o sí, no un nuevo proyecto que sacarnos de la manga. La subvención nos ayudará a llevarlo a cabo antes, con mejores recursos, pero no ha determinado que suceda o no.

Si quieres saber más sobre este tema, entra aquí para ver una de las formas en las que desde it-willbe.org estamos acompañando y aportando valor en la transformación digital de otras organizaciones.

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